La declaración de lesividad
es una figura jurídica que remonta sus antecedentes más lejanos a mediados del
siglo XIX.
Tras la lógica evolución, se establece con la Ley 30/1992, y se
consolida definitivamente con la modificación que efectúa la Ley 4/1999 de la
misma. Derogada aquella, la Ley 39/2015 no modifica sustancialmente su
regulación, pero introduce unos matices que enriquecen dicha figura jurídica.
Aun así, quedan ciertas cuestiones que quedan en manos de la jurisprudencia o
de la doctrina más especializada.
En este artículo analizo brevemente el concepto de declaración de lesividad, su evolución, los detalles
que establece la Ley 39/2015 y expongo algunas de las cuestiones que todavía no
están resueltas de manera legal.
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